BATALLA DE JUNCAL (1827)

9 de febrero de 1827

La armada argentina derrota al Imperio del Brasil entre el Río Uruguay y el Río de la Plata, durante la segunda jornada de la batalla de Juncal al mando del almirante Guillermo Brown.

La batalla de Juncal fue librada por las escuadras de las Provincias Unidas del Río de la Plata, al mando del Almirante Guillermo Brown; y del Imperio de Brasil, bajo el comando del Almirante Sena Pereira. Tuvo lugar los días 8 y 9 de febrero de 1827, en el curso superior del Río de la Plata, que entonces se lo consideraba como parte del río Uruguay.

La flota brasileña en los últimos días de 1826 se propuso ingresar al río Uruguay, cortando las comunicaciones entre la provincia de Entre Ríos y el ejército del General Alvear. Brown se adelantó a la maniobra y artilló la Isla Martín García. A continuación, se instaló en la desembocadura del río Uruguay, desembarcando parte de sus hombres en Punta Gorda, a la espera del regreso de la escuadra enemiga.

El día 8 de febrero de 1827, ambas fuerzas se encontraron a las tres de la tarde para empeñar el combate. La acción fue recia y duró dos horas. Al descender el sol un fuerte viento quebró la línea y los barcos se dispersaron.

Este combate, indefinido por ambas partes, fue continuado en la mañana del día siguiente. Tres de los buques de la flota de Brown buscaron sus blancos. El «General Balcarce» comandado por el Contralmirante Seguí atacó al bergantín «Januaria»; la «Maldonado» de Drummond libró combate con la «Bertioga», mientras que la «Sarandí» atacó briosamente a distintas unidades imperiales.

Tres veces durante el combate el almirante Sena Pereira intentó rehacer sus líneas, pero fracasó, hasta que, al fin disgustado por la torpeza de sus oficiales, renunció a dirigir la acción de conjunto y se lanzó a la lucha barco a barco. Así fue como la goleta “Oriental”, a cuyo bordo se hallaba el comandante de la flotilla imperial de Brasil, fue alcanzada por Seguí. Ante el inminente abordaje, el jefe brasileño rindió su espada.

El segundo encuentro del Juncal se convirtió de este modo en una brillante victoria de la escuadra de Brown. La goleta «Bertioga» fue abatida tras recio encuentro; el bergantín «Januaria» resultó abandonado por su comandante, y las naves restantes se dispersaron. Tres de ellas encallaron y fueron incendiadas; la «Sarandí» insignia del Almirante capturó a su vez tres unidades menores. Dos cañoneras fueron apresadas más tarde en la boca del río Paraná y cinco naves que se había dirigido a Gualeguaychú fueron capturadas posteriormente.

En las dos jornadas se enfrentaron fuerzas parejas; pero, a resultas de una superior inteligencia militar, conducción, mejor oficialidad y entrenamiento de los artilleros, doce buques fueron apresados, tres incendiados y sólo dos pudieron escapar, mientras que la flota argentina no sufrió la pérdida de navío alguno.

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