La educación emocional enseña a los niños a controlar y a gestionar sus emociones. Cuando trabajamos las emociones en clase se consigue que los alumnos estén más motivados y les ayuda positivamente en su desarrollo intelectual y así lograr que nuestra enseñanza sea un aprendizaje significativo y para la vida. En este sentido, se propone la educación de la afectividad y las emociones, comprendiéndola como un proceso educativo, continuo y permanente en contexto, que pretende potenciar la dimensión emocional, como elemento esencial del desarrollo de la personalidad integral y como paso importante y paulatino hacia el autoconocimiento y autocuidado, fortaleciendo así la posibilidad de identificar, aceptar y expresar las emociones .
Propósitos:
- Desarrollar competencias para la verbalización de sentimientos, necesidades, emociones, problemas y la resolución de conflictos a través del diálogo.
Contenidos:
- El reconocimiento y expresión de los sentimientos, emociones, afectos y necesidades propios y el reconocimiento y respeto por los sentimientos, emociones y necesidades de los otros y las otras.
- El desarrollo de capacidades para tomar decisiones sobre las propias acciones en forma cada vez más autónoma fortaleciendo su autoestima.
- La manifestación de sus emociones y el aprendizaje de la tolerancia de sus frustraciones.
Formas de agrupamiento: El grupo en su totalidad y en pequeños grupos.
Posibles actividades:
- Indagación: La docente realizara preguntas sobre las emociones de los niños. ¿Cuándo viene al jardín como se sienten?; ¿Qué los hace enojar?; ¿Qué los pone triste?; ¿Qué cosas los hacen poner contentos?; ¿Qué hacen cuando están tristes?; que sienten cuando están jugando? etc.
Se registrarán las respuestas de los alumnos para luego retomarlas más adelante.
- Crear un DICCIONARIO DE EMOCIONES propio:
Consiste en buscar varias imágenes con personas, niños o personajes expresando una emoción y los niños deben identificar la emoción y clasificar las imágenes. Las imágenes las pueden buscar en internet e imprimirlas, buscarlas en revistas junto a la familia y traerlas al día siguiente, O buscarlas en revistas o periódicos junto a los alumnos en la sala. Empezar con un par o tres de emociones básicas (alegría, tristeza, miedo, amor, enojo.) e ir ampliando progresivamente a otras emociones más complejas.
Pegar las fotografías en la página de un cuaderno y escribir bien grande el nombre de la emoción que representan. Aprovechar para hablar de esa emoción en concreto: cómo se manifiesta físicamente en nuestro cuerpo, qué cosas nos producen dicha emoción, que pensamientos nos provoca, que podemos hacer al sentirla.
Escribir en un cuaderno y así ir creando un diccionario propio de emociones, para el aula hacer lo mismo, crear murales con cartulinas para colgar.
- Leer/Escuchar CUENTOS de EMOCIONES:
- Cuento: “Miedo” de Gabriela Cabal.
- Cuento “El Patito feo”
- Cuento: “Las emociones de nacho”
Hacer preguntas de curiosidad sobre aspectos emocionales del libro, como por ejemplo: ¿Qué crees que siente el personaje?, ¿Por qué?, ¿Que te lo indica?, ¿y si estuviera contento?, ¿Cómo lo sabrías?, ¿Cómo crees que podría actuar? ,“¿qué harías tú en su lugar?”, “¿qué otras cosas podrían hacer?”, “¿cómo podría calmar su rabia o enfado?
Aprovechar la lectura para reflexionar con los niños en qué momentos han experimentado ellos esas emociones a lo largo de su día y, si procede, qué hicieron o podrían haber hecho para sentirse de otra manera.
Variante:
- Podemos hacer un pequeño juego muy divertido y fantástico para fomentar la empatía y aprender sobre la expresión no verbal de las emociones. Consiste en observar atentamente las imágenes del libro (sin leer el texto) y tratar de averiguar juntos lo que está sucediendo y las emociones que están experimentando los personajes y el motivo de las mismas.
- Jugar con “EL TEATRO DE LAS EMOCIONES”:
Esta actividad consiste en crear un pequeño teatro donde representaremos historias inventadas por los propios niños y donde aparecerán diferentes emociones. Algunos personajes: que pueden ser juguetes o figuritas (que tengamos en casa o en el aula) o marionetas o peluches o títeres de palo que podemos hacer de forma casera, por ejemplo, con personajes de nuestros cuentos preferidos.
Es importante que los niños y niñas se den cuenta que todos experimentamos todas las emociones y que estas no son malas.
- Actividad “DIBUJAMOS EMOCIONES”:
Ponemos un espejo delante del niño y le ayudamos a representar las expresiones de cada emoción, luego las puede dibujar en un papel y escribir cuando se ha sentido así y al acabar “fotomatón emotivo” ahora que hemos trabajado las expresiones faciales de las emociones podemos jugar a hacer fotografías uno a otros expresando diferentes emociones con los gestos y guiños faciales adecuados.
- Juego de “MÍMICA DE EMOCIONES”:
- Se preparan varias tarjetas con imágenes de diferentes emociones y se escribe en ellas las emociones correspondientes. Luego el niño agarra una tarjeta y debe representar la emoción mímicamente. El resto debe adivinarla. Quien la acierta es el siguiente en sacar otra tarjeta. Podemos hacer grupos o juagar con el total del grupo.
- Podemos incrementar la dificultad poniendo emociones o sentimientos menos conocidos por los niños. Cuando el niño no sepa cómo representar la emoción podemos dejar que intente explicarla, poner un ejemplo o contarnos una situación donde él mismo la experimentó. También podemos aprovechar el cambio de turno para que cada uno recuerde alguna experiencia relacionada con dicho sentimiento y reflexionar un poco todos juntos.
- Emocionómetro:
Hay veces que es complejo saber expresar aquello que nos pasa, así que un emociómetro es un buen material para que cada día, cada uno de nosotros exprese de manera gráfica cómo se siente.
Descripción:
1. Dibujaremos en una cartulina de cada color según la emoción. .
2. Colocaremos escrito el nombre de la emoción en la cartulina.
3. Engancharemos las cartulinas una detrás de otra creando un “mural” con cada emoción.
4. Buscaremos pinzas distintas (una identificadora de cada niño).
5. La idea es colocarlo en un lugar de fácil acceso para que puedan cambiar la pinza cuando quieran.
6. Periódicamente pediremos a los niños que expliquen el porqué de su estado, tomando de esta manera consciencia de que determinados hechos nos generan determinadas emociones. Registrando lo relatado por los alumnos en un cuaderno/diario de las emociones durante todo el año lectivo.
Recursos: cartulina, tizas, broches, muñecos, plásticola, hojas de papel, crayones de colores, imágenes de personas, revistas, diarios.
Espacio: en el patio del jardín y en la sala.
Tiempo aproximado: todo el año lectivo.
Evaluación.
Se evaluará el estilo particular de cada niño y del grupo en su totalidad al momento de la apropiación de los saberes en el desarrollo de las mismas. Se recabara información por ejemplo: videos, fotos, observación sistemática, registros anecdóticos, producciones escritas, graficas, etc.