Presentaremos el caso de Santiago del Estero para ilustrar cómo se efectuaban las elecciones de diputados y cuáles eran las inquietudes de la población en momentos de que el Congreso de Tucumán estaba por iniciar sus sesiones.

Diputados

Elección de diputados

El Estatuto Provisional de 1815 establecía en la sección V, Cap.II (De las elecciones de Diputados de las provincias para el Congreso General, y forma de ellas) de qué modo debían constituirse las Asambleas Electorales que escogerían a los representantes de cada territorio en el Congreso de Tucumán. La elección de los diputados se llevaría a cabo en forma indirecta, es decir, la población escogería mediante votación a los electores que luego se reunirían en una Asamblea Electoral para designar a los delegados provinciales.

En este contexto, el sufragio en las elecciones primarias -las que designaban a los Electores- podía ser cantado. Bastaba con decir en voz alta el nombre de la persona que se votaba o escribirlo en un papel que podía ser doblado para que no se viera a quien se había elegido. (Sección V. Cap. II, art. VII).

El Cap. III de la sección V (De las Asambleas Electorales) establecía que, una vez que los Electores estuvieran designados, se reunirían las Asambleas Electorales que procederían a la elección de los Diputado del Congreso. Esta elección se llevaría a cabo por simple pluralidad, es decir, ganaba el que obtenía mayor cantidad de votos (Sección V. Cap. III, art. IV).

La cantidad de diputados por provincia se establecería en función de la cantidad de población, por lo cual era necesaria la realización de censos. Cada quince mil habitantes se elegiría un diputado (Sección V. Cap. III, art. VII).

Los electores no podían votarse a sí mismos y las elecciones tenían que concluir al tercer día de reunión de la Asamblea. El presidente de la Asamblea Electoral debía comunicar la decisión al diputado electo en forma inmediata (Sección V. Cap. III, art. VI).

Si los gobiernos provinciales encontraban dificultades para realizar las elecciones tal como lo prescribía el Estatuto, se podía adaptar la forma de llevarlas a cabo según las circunstancias que se vivía en el territorio. Sólo debían poner atención a que haya correspondencia entre la cantidad población y el número de Diputados designados. (Sección V. Cap. III, art. XI).

Presentaremos el caso de Santiago del Estero para ilustrar cómo se efectuaban las elecciones de diputados y cuáles eran las inquietudes de la población en momentos de que el Congreso de Tucumán estaba por iniciar sus sesiones.

Durante el año de 1815, Santiago del Estero, se había conmovido por problemas internos que obedecían a proyectos diversos respecto del futuro de esos territorios. Juan Francisco Borges, vecino de Santiago del Estero, defendió la independencia de su provincia respecto de la de Tucumán -conformada por los territorios de Tucumán, Santiago del Estero y Catamarca- transformándose en jefe de una facción que se oponía a la autoridad del gobernador tucumano Aráoz.

El sector de Borges toma las banderas del federalismo mientras los santiagueños hermanos Taboada, respondían al gobernador de Tucumán y aceptaban su hegemonía. Las fuerzas de Borges y Taboada se enfrentaron el 8 de septiembre de 1815 en la plaza de Santiago, Borges resultó vencido y fue enviado preso a Tucumán. Taboada fue designado teniente gobernador de Santiago del Estero.

Al asumir Alvarez Thomas como Director Supremo, los santiagueños le explicaron la situación y recibieron como respuesta que no estaba en su competencia la modificación política del país.

Estas diferencias generaron un ambiente de tensión en Santiago al momento de la elección de los diputados al Congreso de Tucumán.

El gobierno de Santiago del Estero sólo cumplió en parte los requisitos para realizar las elecciones primarias ya que, no estaba en condiciones de efectuar un censo por eso se harán cálculos aproximativos de la cantidad de población; no confeccionó padrones electorales. De esta situación estaba al tanto Alvarez Thomas e incluso fue él quien recomendó que apuraran los trámites para reunir el Congreso lo antes posible.

Reunidos los miembros del Cabildo y el teniente gobernador Taboada elaboraron el texto de la circular que debía llegar a todos los pueblos santiagueños a fin de convocar a las elecciones primarias:

“[…] todos los individuos del curato de su comprensión se reunan en la Parroquia, o lugar más proporcionado, o cómodo, y en presencia de dicho Señor Vicario, Juez de Partido, y tres individuos de la maior providad elijan con el maior orden, paz y tranquilidad, dos o tres electores que concurran a esta ciudad a prestar sufragio a fabor de los individuos que conceptuen ser acreedores a optar la Representación de Diputados de Esta Ciudad pa. el próximo Congreso […]”.

AGN: “Circular al Sr. Alcalde de Hermandad del Partido de Mula Corral” en Trabajos y Comunicaciones, T. XIX, Buenos Aires, Universidad Nacional de la Plata, 1969, p. 56

La Asamblea Electoral se reunió los días 2 y 3 de octubre en la ciudad de Santiago en una de una sala de la casa del vecino Roque Xavier Vieyra que el Cabildo solía utilizar. Todos los pueblos enviaron sus Electores, aunque algunos como los de Sumapampa se atrasaron y otros como los de Santiago capital no habían sido elegidos aún. En consecuencia, el teniente gobernador y el Cabildo decidieron armar una lista con “los individuos de este vecindario” que participarían de la elección de diputados. No quedó ningún vecino sin incorporar a la lista, transformándose la representación de la ciudad de Santiago del Estero en un verdadero “batallón” frente a los dos Electores que había enviado cada uno de los curatos, quedando la campaña en inferioridad de condiciones.

Reunida la Asamblea Electoral se trataron las siguientes cuestiones:

1.      la cantidad de diputados que debían enviar, se acordó que serían dos;

2.      la dieta que se le pagaría a los diputados. Se estableció que la extrema pobreza en la que se encontraba la provincia permitiría solventar los gastos de un solo diputado, pero como correspondía enviar dos, propusieron que de la manutención del otro diputado se hiciera cargo el Estado (gobierno provincial).

3.      la elección de diputados resultando agraciados Fray Ignacio Garay a quien le abonaría los gastos el pueblo de Santiago del Estero y el sacerdote Pedro Francisco Uriarte, cuyos gastos correrían a cuenta del Estado.

4.      sobre los poderes que tendrían los diputados, acordaron por unanimidad que se les dieran poderes generales y amplios para que pudieran tratar todo tipo de cuestiones.

El sacerdote Fray Ignacio Garay envió una nota al Cabildo el 3 de noviembre de 1815 informándole que debido a razones de salud no podía ocupar el cargo para el que lo habían designado. El Director Supremo autorizó a que se realizaran elecciones para nombrar al reemplazante, recayendo la nominación en Pedro León Gallo. Además, el Directorio aceptó hacerse cargo de las dietas:

“[…] por lo que toca a la dotación de los Diputados está bien que se paguen de los fondos del Estado qe. Recauda la caxa de ese Pueblo, respecto qe. los arbitrios no bastan pa. cubrir estos tan indispensables gastos […]”.

AGN: “Gobierno de Buenos Aires al Cabildo de Santiago del Estero, 21 de febrero de 1816” en Trabajos y Comunicaciones, T. XIX,  Buenos Aires, Universidad Nacional de la Plata, 1969, p. 56

En noviembre de 1815 el Cabildo santiagueño publicó un bando a través del cual daba respuesta a recurrentes requerimientos de las castas por no haber convocado a sus integrantes a participar de la elección de diputados al Congreso de Tucumán. Los miembros del Cabildo consideraban el pedido como “inicuo e infundado” y destacaban que habían obrado justamente.

El Director Supremo, al tomar conocimiento de la situación se dirigió por nota a los miembros del Cabildo de Santiago del Estero y expresó:

“Por varios conductos he llegado a saber que para el nombramiento de Diputados al Congreso General que se verificó en ese Pueblo se ha hecho una exclusión expresa de las castas para que no concurriesen a dar su voto. El punto es muy delicado para resolverse: lo cierto es que siendo el hombre libre, es un Ciudadano del País a que pertenece, que no es fácil designar quienes deban reputarse en el número de aquellas, y que la base de la representación la forman indiscutiblemente, todos los habitantes qualesquiera que sea su origen. Con todo yo no puedo decidir, y mucho mas en la distancia si será conveniente a los mismos intereses de los quexosos el que gozen del ejercicio de la ciudadanía en la elección de Diputados; esto corresponde exclusivamente al Congreso General donde se dictarán las leyes que deban observarse en tales casos”.

A.G.N.: “Ignacio Alvarez Thomas-Gregorio Tagle al Cabildo de Santiago del Estero, Buenos Aires, 30 de noviembre de 1815” en Trabajos y Comunicaciones, T. XIX, Buenos Aires, Universidad Nacional de la Plata, 1969, p. 64-65.

Según el Estatuto de 1815 (Sección Primera, Cap. III, art. VII), aquellas personas que hubieran nacido en el país, que fueran originarios por cualquier línea de África y cuyos mayores hayan sido esclavos en este continente, gozaban del derecho a sufragio. Al parecer, los integrantes de las castas en conocimiento de este derecho reclamaron su participación, demostrando su interés por los acontecimientos políticos.

En febrero de 1816, el Cabildo de Santiago del Estero continuaba tratando de conseguir fondos para que el diputado Uriarte (Gallo aún no había sido electo) pudiera iniciar su viaje. Tal es así, que le solicitaron que se traslade a Tucumán sin dieta, en tanto ellos trataban de resolver la cuestión y, también le pidieron que gestionara ante el Director Supremo o el mismo Congreso el pago por su tarea.

Tales fueron los acontecimientos que se vivieron en Santiago del Estero en torno de la designación y la incorporación de sus diputados al Congreso General, situaciones análogas vivieron las poblaciones de los otros territorios que sus enviaron representantes.

Las provincias de Misiones, Santa Fe, Corrientes, Entre Ríos, la Banda Oriental y Córdoba conformaban, por entonces, la Liga Federal y, excepto Córdoba, las demás no concurrieron al Congreso de Tucumán.

En marzo de 1816 comenzaron a llegar a San Miguel de Tucumán los representantes de los diferentes territorios. Las sesiones se abrieron el 24 de marzo. Ese día, a las 9 de la mañana los congresales escucharon misa en la Iglesia de San Francisco y luego se dirigieron a la sala donde sesionarían. En primer término, eligieron autoridades: la presidencia recayó en el diputado Pedro Medrano y la secretaría en los diputados Juan José Paso y José Mariano Serrano.

El diario de sesiones del Congreso estuvo a cargo de Fray Cayetano Rodríguez y llevó el nombre de “El Redactor del Congreso Nacional”. Sus páginas elogiaron la instalación de la Soberana Asamblea:

“El Congreso Soberano de las Provincias-Unidas del Río de la Plata, la esperanza de los pueblos libres, que es en el día el interesante objeto de la expectación común, se ha instalado al fin en la benemérita ciudad de San Miguel de Tucumán del modo que permiten las críticas circunstancias, a qué nos han reducido los contrastes, é infortunios de una guerra obstinada, el dia 24 del mes de marzo […] de este presente año de 1816, que consagra nuestra madre la Iglesia á la memoria del adorable misterio de la Encarnacion del Hijo de Dios.

 […] está erigido el tribunal de la nación, con la investidura de un derecho sagrado que  proviene de la cesión que cada persona, cada familia, cada pueblo ha hecho de una porción del uso de sus derechos, revestido de una fuerza compuesta del agregado de toda la fuerza de los miembros que la han cedido, y que reúne y concentra en sí la voluntad general formada de las voluntades particulares, a manera de una luz viva, que se enciende por la unión de muchos rayos que se dirigen a un centro y si es ajustada la idea del sabio Fontanelle, cuando dice que la fuerza de los individuos de una nación ordenada a cierto punto, forma todo el carácter y fondo de un Soberano; he aquí la representación que reviste el Congreso Nacional, que ha erigido la patria, y que por tanto exige de todos la generosa deferencia a los medios que adopte, o inspire para salvarla, si es que su misma instalación no es el medio principal y quizá único para realizar este importante objeto. […]”.

Asambleas Constituyentes Argentinas: Buenos Aires, Instituto de Investigaciones Históricas de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Buenos Aires, 1937, p. 181 a 184

Biografías

JUAN JOSE PASO
(1758-1833)

Diputado por Buenos Aires. Doctor en jurisprudencia por la Universidad de Córdoba. Residió veinte años en el Perú; de regreso a Buenos Aires, fue nombrado agente fiscal de hacienda. Tuvo participación activa en los sucesos previos y posteriores a la Revolución de Mayo. Fue secretario de la Primera Junta; miembro del primer y segundo Triunvirato y de la Asamblea del Año XIII. Como secretario del Congreso de Tucumán dio lectura al Acta de la Independencia. Redactó el Manifiesto de los Pueblos en el que se explican las razones por las cuales las Provincias Unidas se independizaron de España.

FRANCISCO NARCISO DE LAPRIDA
(1786-1829)

Diputado por San Juan. Bachiller en cánones y leyes por la Universidad de San Felipe de Santiago de Chile. Presidió las deliberaciones del Congreso de Tucumán. Sus virtudes cívicas fueron estimadas por el general San Martín. Laprida contribuyó con sus bienes y sus esclavos a la conformación del ejército patriota. Apoyó la forma republicana de gobierno, a pesar de que al regresar a San Juan en 1827, se alistó entre los unitarios. Luego pasó a Mendoza, donde las montoneras de los Aldao -que lo denominaba despectivamente “el dotorcito”- lo degollaron en 1829. Su cadáver nunca fue hallado.

MANUEL ANTONIO ACEVEDO (1770-1825)
Diputado por Catamarca. Sacerdote. Se desempeñó en los curatos de Cachi, Molinos y luego, en el de Belén. El 25 de marzo de 1816 pronunció la oración inaugural del Congreso de Tucumán en el templo de San Francisco. Presentó importantes propuestas relativas a la instrucción pública. Era presidente del Congreso cuando se disolvió en 1820. Fue diputado al Congreso General en 1825.

JERONIMO SALGUERO DE CABRERA Y CABRERA (1774-1847)
Diputado por Córdoba. Bachiller en Derecho Civil por la Universidad de San Carlos. Fue ministro de Hacienda del gobernador Díaz. Con motivo de un incidente suscitado por sustracción de correspondencia oficial, el diputado Cabrera apoyó la moción de sus colegas cordobeses para separarse del Congreso.
En 1819, se lo designó tesorero de la Casa de Moneda de Buenos Aires. Posteriormente, emigró a Bolivia y murió en Chuquisaca.

PEDRO MIGUEL ARAOZ (1759-1832)
Diputado por Tucumán. Sacerdote. Doctor en Teología. Durante el año 1812, junto a sus hermanos Bernabé y Diego, trabajó para reunir armas y ganado para Belgrano en el ejército del norte. Fue catedrático en el Colegio de San Carlos y fundador del primer periódico de su provincia: El tucumano imparcial.

JOSE DARREGUEIRA (1770-1817)
Diputado por Buenos Aires. Doctor en Leyes por la Universidad de Chuquisaca. Fue abogado de la Real Audiencia de Buenos Aires, nombrado conjuez de esa institución por el gobierno creado el 25 de Mayo de 1810.

FRAY CAYETANO JOSE RODRIGUEZ
(1761-1823)

Diputado por Buenos Aires. Sacerdote. Poeta y periodista. Fue amigo y protector de Mariano Moreno. En 1810, mientras actuaba a favor de la Revolución, recibió el nombramiento de Provincial de la Orden Franciscana y la Primera Junta lo designó Director de la Biblioteca Pública. Fue el redactor del diario de sesiones de la Asamblea del Año XIII (entre 1813-1815) y del Congreso de Tucumán, que llevó el nombre de El Redactor del Congreso Nacional. Fue el autor del Acta de Independencia en 1816.

JOSE SEVERO FELICIANO MALABIA
(1787 -1849)

Diputado por Charcas. Doctor en Leyes por la Universidad de Chuquisaca. Fue miembro en varias ocasiones de la mesa directiva del Congreso de Tucumán. Diputado y secretario en la Legislatura bonaerense. Secretario de la misión Las Heras ante el Virrey del Perú. Ministro de la Suprema Corte de Justicia de Bolivia. En la sesión del Congreso de Tucumán del 5 de agosto de 1816, pronunció un elocuente discurso al discutirse la adopción de la forma de gobierno monárquica.

PEDRO MEDRANO (1769-1840)
Diputado por Buenos Aires. Doctor en Leyes por la Universidad de Charcas. En 1810, se lo designó miembro de la Real Audiencia. En la sesión secreta del 19 de julio de 1816, solicitó que se hiciera conocer al ejército el Acta de Declaración de la Independencia y la fórmula de juramento y solicitó que luego de la expresión “sus sucesores y metrópoli” se agregara la frase “y de toda otra dominación extranjera”.
Fue secretario de la Junta provincial de representantes en 1821, diputado en desde 1827 a 1834 y en 1840. Camarista en 1831, fiscal de Estado en 1838 y, finalmente, presidente de la Cámara de Apelaciones. Fue amigo y partidario de Rosas.

ESTEBAN AGUSTIN GASCON (1764-1824)
Diputado por Buenos Aires. Nativo de Oruro, Bolivia. Doctor en derecho por la Universidad de Charcas. Fue presidente de la Audiencia de Charcas, gobernador intendente de la provincia de La Plata y luego, gobernador de Salta. Colaboró con el Ejército del Norte y con el que sitiaba a Montevideo. Siendo ministro de Hacienda del Directorio, fundó la primera institución de crédito argentina. En la sesión del Congreso del 18 de julio de 1816, el diputado Paso solicitó que se jurara la bandera nacional y Gascón añadió que se votara para que en los regimientos y buques no se utilizara otra insignia. Añadió que se autorizara por decreto la bandera menor del país, azul y blanca.

EDUARDO PEREZ BULNES (1785-1851)
Diputado por Córdoba. Regidor del Cabildo de Córdoba. Se negó a trasladarse a Buenos Aires con el Congreso y fue declarado cesante. Era hermano del montonero Juan Pablo Pérez Bulnes. Posteriormente, colaboró con el gobierno del general Paz.

PEDRO IGNACIO DE CASTRO BARROS
(1777-1849)

Diputado por La Rioja. Sacerdote. Predicó a favor de los ideales de Mayo. En el Congreso de Tucumán desarrolló intensa actividad. Fue rector de la Universidad de Córdoba, fomentó la imprenta, creó escuelas primarias, hizo construir la Iglesia Matriz de La Rioja. Se desempeñó como sacerdote en Salta y San Juan. En 1832, fue perseguido y debió exiliarse en la Banda Oriental. Luego, pasó a Chile, donde murió.

TOMAS MANUEL DE ANCHORENA (1783-1847)
Diputado por Buenos Aires. Doctor en Leyes por la Universidad de Charcas. Siguió la campaña del Ejército del Norte. En 1811, Belgrano lo nombró su secretario y participó de las batallas de Salta y Tucumán. También lo acompañó a Jujuy y Potosí, aportando dinero para sostener al ejército. En el Congreso de Tucumán, se expresó por la forma republicana de gobierno. Durante la primera administración de Rosas, fue ministro de gobierno y durante la gobernación de Balcarce, ocupó la cartera de relaciones exteriores.

JOSE IGNACIO DE THAMES (1762-1832)
Diputado por Tucumán. Clérigo. Doctor en Teología. Fue canónigo de la catedral de Salta y diputado de la Legislatura tucumana durante el gobierno de Aráoz. El 13 de abril de 1816 se lo nombró miembro de la comisión que redactaría la comunicación que el diputado Corro llevaría a Artigas, solicitándole que se incorporara al Congreso de Tucumán.

MARIANO BOEDO (1782-1819)
Diputado por Salta. Abogado. Fue condiscípulo y amigo de Mariano Moreno en Chuquisaca. Fue secretario del Coronel Pueyrredón y gobernador interino de Córdoba. Desarrolló una activa propaganda revolucionaria. Era vicepresidente del Congreso en el momento de declararse la Independencia.

JOSE MARIANO SERRANO (1788-1852)
Diputado por Charcas. Abogado. Fue representante de Charcas ante la Asamblea del Año XIII. Durante el Congreso de Tucumán, compartió con el Dr. Paso la secretaría. Fue comisionado para traducir al quechua y aymará el Acta de la Independencia.
Actuó en la política tucumana siendo secretario del gobernador Aráoz. Más tarde lo fue en Salta, del general Arenales. Serrano presidió la Asamblea que declaró la independencia de Bolivia, en 1825. En 1841, llegó a ejercer la presidencia de la Suprema Corte de Justicia de su país.

JOSE ANTONIO CABRERA (1768-1820)
Diputado por Córdoba. Licenciado en Derecho. Era amigo y partidario de los Pérez Bulnes y de Artigas. Apoyó la causa federal oponiéndose al centralismo de Buenos Aires. Con motivo del debate originado en la sustracción de correspondencia oficial del Congreso, Cabrera sostuvo una tesis diferente al procedimiento que se pensaba emplear, alegando que el Congreso no podía ser “juez y parte en causa propia” porque consideraba que entre los miembros del Congreso había “parcialidad” en el asunto. Esta afirmación escandalizó a muchos de los diputados, quienes le solicitaron que por escrito ratifique o rectifique sus dichos. Cabrera ratificó sus dichos y explicó que sus expresiones no pretendían, en modo alguno, agraviar a los miembros del Congreso. Se negó al traslado del Congreso a Buenos Aires y en vistas de que no pudo hacer prevalecer su opinión, se retiró a la vida privada.

PEDRO IGNACIO DE RIVERA (1753-1833)
Diputado por Mizque. Doctor en Derecho Civil por la Universidad de Charcas. Coronel de milicias. Por un tiempo se dedicó a la explotación minera. Dirigente de la revolución de Chuquisaca del año IX. Se ocupó del reclutamiento y el abastecimiento del Ejército del Norte. Participó de la Asamblea del Año XIII. En la sesión del Congreso de Tucumán del 24 de abril de 1816, solicitó –al igual que el diputado Serrano- que se auxiliara con prontitud al Ejército del Perú debido a la difícil situación por la que atravesaba y al embate que estaban preparando los realistas. Apoyo la idea de una monarquía indígena.

JUAN AGUSTIN MAZA (1784-1830)
Diputado por Mendoza. Doctor en derecho civil por la Universidad de San Felipe. Cooperó con San Martín donando sus bienes para la formación del Ejército de los Andes. Se pronunció por la república en las discusiones acerca de la forma de gobierno durante el Congreso de Tucumán. Fue elegido presidente cuando el Congreso se trasladó a Buenos Aires. En 1818, renunció y regresó a Mendoza, donde se desempeñó en la cátedra de derecho del colegio de la Santísima Trinidad. Fue presidente de la Junta de Representantes y ministro de la provincia de Mendoza.

ANTONIO SAENZ (1780-1825)
Diputado por Buenos Aires. Sacerdote. Abogado. Representó a la provincia de San Luis ante la Asamblea de abril de 1812. Participó del Cabildo Abierto del 22 de Mayo de 1810, con su voto a favor de la soberanía popular. Desempeñó muchos cargos: miembro de la Junta de Observación en 1815, redactor del Estatuto Provisional, diplomático, presidente del Congreso en 1819 y primer rector de la Universidad de Buenos Aires, cargo que le valió como título honorario.

JOSE EUSEBIO COLOMBRES (1778-1859)
Diputado por Catamarca. Clérigo. Doctor en cánones por la Universidad de San Carlos, de Córdoba. Ministro varias veces en Tucumán, su provincia natal; vicario capitular de la diócesis de Salta y finalmente, obispo designado. Se dijo de él que venció la miseria en Tucumán contribuyendo al fomento de la industria azucarera.

JOSE IGNACIO DE GORRITI (1770-1835)
Diputado por Salta. Doctor en cánones y derecho por la Universidad de Chuquisaca. Producida la Revolución de Mayo, colaboró con su persona y bienes a la causa. Integró el Ejército del Norte y luego el de Güemes. Organizó el primer escuadrón de caballería gaucha de su provincia, con el que se destacó en varias acciones. Fue gobernador de Salta durante los períodos 1822-1824; 1825-1826 y 1827-1829. El triunfo de Quiroga lo obligó a exiliarse en Bolivia.

JOSE ANDRES PACHECO DE MELO
(1779-1833)
Diputado por Chichas (Potosí). Clérigo. Fue condiscípulo y amigo de Güemes, y colaboró con éste en la formación de ejércitos regulares y partidas de gauchos. En 1820, fue enviado a Córdoba en misión diplomática.
Posteriormente, se desempeñó como ministro de gobierno de Mendoza.

FRAY JUSTO SANTA MARIA DE ORO
(1772-1836)

Diputado por San Juan. Sacerdote. Doctor en Teología y Maestro en Artes. Colaboró en la formación y equipamiento del Ejército de los Andes. Tuvo destacada actuación en el Congreso de Tucumán. Fue elegido Provincial de la Orden de Santo Domingo, vicario apostólico de Cuyo y luego obispo. Se preocupó por la instrucción del clero y de la mujer. En la sesión del Congreso del 15 de julio, se pronunció contra la forma de gobierno monárquica, amenazando retirarse del Congreso si se adoptaba esa forma de gobierno sin consultar previamente a los pueblos.

TEODORO SÁNCHEZ DE BUSTAMANTE
(1778-1851)

Diputado por Jujuy. Doctor en Leyes por la Universidad de Charcas. Se desempeñó como Fiscal de la Real Audiencia de Buenos Aires. De regreso a Jujuy, el general Belgrano lo nombró secretario y auditor de guerra. Cuando tomó el mando del Ejército del Norte el general San Martín, Sánchez de Bustamante conservó su cargo. Entre 1826 y 1827 fue gobernador de la provincia de Jujuy. Cuando estalló la guerra civil, emigró a Bolivia y murió en Santa Cruz de la Sierra.

PEDRO FRANCISCO URIARTE (1758-1839)
Diputado por Santiago del Estero. Sacerdote. Doctor en cánones. En 1811, fue designado diputado de la Junta de Gobierno. Se interesó por la instrucción pública y la difusión de bibliotecas populares. Representó a su provincia en el Congreso de Tucumán y en 1819, como constituyente en el Congreso Nacional.

TOMAS GODOY CRUZ (1791-1852)
Diputado por Mendoza. Bachiller en Filosofía., Cánones y Leyes por la Universidad de San Felipe. Comerciante e industrial. Colaboró en los planes de San Martín y puso su fortuna al servicio del Ejército de los Andes. En una casa que donó funcionó la fábrica de pólvora. Fue gobernador de Mendoza entre 1820 y 1822 . Con motivo de la llegada de Quiroga a Mendoza, emigró a Chile adonde se dedicó a la minería y a la cría de gusanos de seda. Pese a la rivalidad política que mantenía con Godoy Cruz, lo llamó a Mendoza y le confió la dirección de los establecimientos sericícolas del territorio

PEDRO LEON GALLO (1779-1852)
Diputado por Santiago del Estero. Sacerdote. Maestro en Artes. En 1821, durante la guerra civil entre las provincias de Salta, Santiago del Estero y Tucumán fue nombrado mediador obteniendo su cesación por el tratado de Vinará. Desempeñó un ministerio bajo el gobierno de Ibarra. Fue diputado provincial y vicario foráneo de Santiago.

MARIANO SANCHEZ DE LORIA (1774 – 1842)
Diputado por Charcas. Doctor en Jurisprudencia y Cánones por la Universidad de Chuquisaca. Intervino activamente en las discusiones del Congreso y presentó gran cantidad de propuestas. Se trasladó junto con la Asamblea a Buenos Aires y continuó desempeñando su mandato. Cuando falleció su esposa, volvió a su tierra y allí ingresó al sacerdocio, alcanzando el canonicato de la Catedral de Charcas.

MIGUEL CALIXTO DEL CORRO (1775-1851)
Diputado por Córdoba. Sacerdote. Doctor en teología. El 25 de Mayo de 1811 pronunció el primer sermón patriótico en la Catedral de Córdoba. El 13 de abril de 1816 con motivo de la unión entre los federales de Santa Fe y Artigas, el Congreso resolvió enviarlo como mediador con el gobierno de Santa Fe y la Liga Federal, razón por la cual no estuvo presente al momento de la firma del Acta de la Independencia.



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