FEDERALES Y UNITARIOS DEFINEN EL DESTINO DE LA NACIÓN
El Tratado de Pilar se firmó después de la derrota de las tropas del Directorio en la primera Batalla de Cepeda el 1 de febrero de 1820. Después de esta derrota Buenos Aires entró en una crisis política que llevó a que se convoque a un Cabildo Abierto que finalmente creó la Junta de Representantes, este órgano nombró como gobernador interino a Manuel de Sarratea.
El 23 de febrero de 1820, Manuel de Sarratea Gobernador provisorio de la provincia de Buenos Aires y dos gobernadores de la liga federal, Estanislao López por la Provincia de Santa Fe y Francisco Ramírez por Entre Ríos firman en la localidad de Pilar el Tratado que lleva ese nombre.
Consecuencias del Tratado de Pilar
El Tratado de Pilar Establece algunas cuestiones muy importantes, dice que las provincias firmantes se comprometen a defender el sistema federativo de gobierno, que se tienen que elegir a los representantes por voluntad popular y que se tiene que reunir todas las provincias en un congreso en la provincia de Santa Fe para redactar una constitución.
Que los ejércitos federales debían retirarse de Buenos Aires en 48 horas desde la firma del Tratado.
Habla también de la libre navegación de los ríos interiores y el libre comercio de armas solamente para las provincias firmantes.
En clausulas secretas se le encomienda a la provincia de Buenos Aires la defensa de la Banda Oriental y cualquier otra provincia que se vea amenazada por el imperio portugués y se invitaba a formar parte del acuerdo a José Gervasio Artigas, en este punto nos tenemos que detener un poco, decimos que se invitaba a Artigas a formar parte del acuerdo en nombre de su provincia ya no como protector de los Pueblos Libres.
Artigas había sido derrotado duramente por los portugueses en la batalla de Tacuarembó. Cuando se entero de la firma del Tratado por parte de provincias que tenían que responderle a él, acusó a Ramírez de traición y lo enfrentó militarmente. Artigas es derrotado y se exilia al Paraguay donde murió 30 años mas tarde.
Como vemos el tratado de pilar lejos de debilitar el poder central de Buenos Aires, como se pudieron imaginar aquellos que habían vencido en Cepeda, lo posiciona como nuevo poder hegemónico al eliminar la influencia de Artigas quien era un ferviente defensor del federalismo.
En este caso las desinteligencias, las ambiciones personales y la desunión de los federales termino beneficiando a la posición contraria.