Diseño Curricular para la educación Secundaria

Prácticas deportivas y atléticas y su enseñanza en el Ciclo Superior de la Escuela Secundaria 4º Año

La materia aborda la enseñanza de las prácticas deportivas y atléticas, recupera conocimientos del ciclo anterior e introduce a los estudiantes en saberes que continúan profundizándose y diversificándose en los años siguientes con las materias Prácticas deportivas y acuáticas de 5º año y Prácticas deportivas y juegos de 6º año. Respecto de las prácticas deportivas, se propicia el abordaje de dos deportes de equipo: el fútbol y el voleibol, además de otro deporte seleccionado por la escuela en función de las necesidades, deseos e intereses de su comunidad. Y en cuanto a las prácticas atléticas, se enseñan aquellas pruebas con mayor posibilidad de práctica escolar: la carrera, el salto y el lanzamiento. La Educación Física incluye al deporte como contenido en sus Diseños Curriculares, transponiéndolo como deporte escolar, con fuerte acento en su aspecto ludomotor. Como señalan Elías y Dunning, la magnitud de variables que dan lugar al deporte y sus múltiples matices, hace necesaria una tarea de selección y articulación de esas variables con los fines que tiene la Educación Secundaria, para hacer del deporte escolar un contenido auténtico. “Nunca ha existido sociedad humana sin algo equivalente a los deportes modernos. […] Son numerosos los indicadores de la importancia social del deporte. […]. Es además, hoy en día, casi ubicuo como actividad recreativa en todos los países del mundo. […] Puede usarse el deporte como una especie de laboratorio natural donde explorar propiedades de las relaciones sociales tales como competición y cooperación, conflicto y armonía, que lógicamente y en términos de los valores imperantes, parecen alternativas mutuamente excluyentes pero que, a causa de la estructura intrínseca del deporte, se revelan con toda claridad en ese contexto como interdependientes.”1 Influida e incidida por el modelo hegemónico del deporte, que es predominantemente competitivo, la Educación Física se debate ante los nuevos enfoques que propugnan una ruptura con esa modelización, abriendo su concepción a formas de prácticas deportivas más inclusivas, recreacionales, contextualizadas y al ser parte del currículo escolar, mediadoras para educar en valores de encuentro social, solidaridad, cooperación, respeto al otro, aceptación de la diversidad y la alteridad.2 Pero, tanto la tradicional concepción competitiva del deporte, como la nueva concepción del deporte para la integración son dialécticamente inseparables, por ello es necesario definir su inclusión curricular y su tratamiento pedagógico, sin posibilidad de excluir una u otra. “Betti argumenta que la enseñanza del deporte debe servir para usos diversos, considerando tanto lo aprendido para la práctica, como lo aprendido para el consumo crítico del fenómeno 1 Elías, Norbert. y Dunning, Eric. Deporte y ocio en el proceso de la civilización. México, Fondo de Cultura Económica, 1992. 2 Alteridad: calidad o estado de no ser lo mismo, de ser otra persona o cosa. Esas dos imágenes son tan iguales, que no se distinguen más que por su alteridad. Enciclopedia Universal Sopena. Tomo 1. p. 390. Barcelona, Sopena, 1970. 50 | DGCyE | Diseño Curricular para ES.4 deportivo (pp. 55-56). Finalizando lo retomado de ese autor, presento lo que él define como objetivo de la educación física en la escuela (a la luz de la literatura disponible), incluyendo al deporte como uno de sus contenidos: […] introducir al alumno en el universo cultural de las actividades físicas, de modo de prepararlo para usufructuar de ellas durante toda su vida […]. Se debe enseñar el básquetbol, el vóleibol (la danza, la gimnasia, el juego…) no mirando apenas al alumno presente, sino al ciudadano futuro, que va a participar, producir, reproducir y transformar las formas culturales de actividad física. Por eso, en la Educación Física Escolar, el deporte no debe restringirse a un “hacer” mecánico, mirando a un rendimiento exterior al individuo, sino volverse un “comprender”, un “incorporar”, un “aprender” actitudes, habilidades y conocimientos, que lleven al alumno a dominar los valores y patrones de la cultura deportiva (BETTI, 1991, p. 58, cortes del autor)”.3 El debate se genera en torno al abordaje de las diversas dimensiones existentes y qué enfoque ideológico del deporte se presenta a los alumnos para su práctica intencionada y su análisis reflexivo. No es posible definir el deporte con una única conceptualización. El deporte, como cualquier actividad humana, está atravesado por el discurso valorado socialmente en ese momento y por el espacio en que se manifiesta. No es un objeto inmóvil, una categoría de pensamiento estática, sino que es polimorfo, versátil, como lo son quienes lo juegan, como se modifican los valores e intereses en pugna y las instituciones que lo asumen y lo desarrollan. Como consecuencia de ello, si bien pueden delinearse algunas formas diferenciadas de práctica deportiva nunca serán cerradas e inmodificables, porque el deporte toma la forma que le imprime quien o quienes lo practican, de acuerdo a su intencionalidad. La Dirección de Educación Física ha trabajado intensamente en los últimos años sobre esta problemática, que por su dinámica de cambio requiere constantemente de nuevas actualizaciones para clarificar la tarea de los profesores de Educación Física al momento de abordar el contenido del deporte en sus clases y tomar decisiones sobre las variadas alternativas de participación de los estudiantes. Por esta razón el deporte debe ser integrado a la vida de los estudiantes como un bien cultural, como una posibilidad de vida activa y saludable. En este punto se debe diferenciar lo que significa aprender un deporte para competir y desarrollar al máximo la potencialidad física, y lo que implica jugarlo con sentido de “posibilidad de hacer con los demás”. Es decir, que el juego de oposición se realiza en un marco de sentido, donde el objetivo es aumentar la autoestima y lograr una imagen corporal satisfactoria en todos los jugadores, sin que esto implique el desmedro del oponente. En síntesis, que no se asocie la plenitud del yo con el ganar y la disminución del valor propio, con el perder. En la actualidad las mujeres y los hombres sufren grandes presiones psicológicas. Por lo general ocupan la mayor parte de su tiempo en el sistema productivo y al competir permanentemente en el campo laboral para mantener sus empleos o mejorar sus niveles de ingreso económico, se alimentan en forma poco saludable y asumen posturas sedentarias que, en el largo plazo, se 3 Assis, S. Reinventando o esporte. Possibilidades da prática pedagógica. Campinas. Brasil, Editora Autores Asociados, 2001. Orientación Educación Física | Prácticas deportivas y atléticas | 51 transforman en enfermedades. Es decir que acumulan fuertes dosis de estrés y su tiempo libre (que es escaso) lo dedican al descanso (que es sedentario). Por lo general esto se debe a que su visión del deporte y de la actividad física está ligada a experiencias de fuerte exigencia, en muchos casos autoritarias, que quedaron en sus memorias escolares de las clases de Educación Física. Los adultos no deportistas, que representan a la inmensa mayoría de la población, tienen la sensación de estar impedidos o que les está prohibido jugar con su cuerpo, libre y placenteramente. De eso debe hacerse responsable, en buena parte, una educación física que ha reiterado un modelo de enseñanza del deporte uniformador, solo apto para las personas con alto nivel de desempeño motriz y que aceptan un sistema rígido y estructurado de finalidades, contenidos y actividades. La propuesta, en consecuencia, es revisar el modelo de práctica deportiva convencional y adecuarlo a las finalidades de una educación física inserta en la educación, y no dependiente del deporte organizado, cuyo propósito prioritario sea que todos los estudiantes accedan a la cultura deportiva para que puedan decidir, desde una posición crítica, los juegos deportivos y deportes a jugar y el modo de organizar su práctica en el tiempo libre con creatividad, de manera activa y placentera. En esta materia, se abordan dos deportes de equipo, tal vez los que convocan el mayor número de practicantes en el país: el fútbol y el voleibol, junto con aquel deporte que seleccione la escuela – autoridades, docentes y estudiantes– , en función de las necesidades, deseos e intereses de su comunidad y del contexto social de la zona. En cuanto a las prácticas atléticas, si bien podrían ser enfocadas desde la noción cerrada de atletismo, aquella que tiene sus pruebas definidas en el sistema deportivo de competición, desde la educación física escolar se hará eje fundamentalmente en la práctica de la carrera y de manera complementaria en experiencias de salto y lanzamiento. Si se observa a la población que hoy ha ganado la calle y las plazas para correr, con sentido de promoción y prevención de salud, se puede observar el desconocimiento técnico manifiesto sobre cómo correr, la planificación básica de tiempos, el nivel de carga, la autoevaluación y el control del esfuerzo, etc., por lo que se estima muy importante trabajar con los estudiantes la carrera, como habilidad técnica básica y fundamental. Su complementación con el desarrollo de formas atléticas de salto y lanzamiento, posibles de aprender en corto tiempo y acordes a la infraestructura deportiva escolar y comunitaria, coadyuvará a la constitución corporal de los estudiantes y al conocimiento experiencial de las bases de un deporte milenario.

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